Corre suave el río, deslizándose en los surcos de la tierra; como una especie de hilo que borda: agua y tierra. Caminante, de rumbo fijo y con una dirección. Normalmente mantiene su ritmo pero ¿qué lo causa? ¿en verdad tiene un rumbo y una dirección?
Entre los caminantes que habitan la tierra, se encuentran unos: los seres hablantes. Ellos tienen una especie de tatuajes simbólicos que están tan incrustados en el discurso y se pueden escuchar desde la orilla cosas como: "encuentra tu camino", "debes saber quién eres", "ten una meta en tu vida" o "deberías saber qué estás haciendo". ¿Por qué la exigencia y la necesidad de saber su objetivo, sus metas y su cause? Además de que esta exigencia está sometida bajo los parámetros sociales (valores culturales) sino, esa conducta es tachada o catalogada como inmoral.
¿Cómo se puede saber de algo que no podemos prever, de cómo esa acción acontecerá? – Asimismo, hay elementos que dan ese paso hacia la sorpresa – Me pregunto: ¿qué dimensiones sostienen a la sorpresa?. Entonces, ¿será que el río y su "causalidad" lo significamos nosotros? Al imprimirle ese sentido, lo dotamos de efecto... tal vez, lo hacemos para suturar ese hueco. Me pregunto: ¿Cómo se juega esto con el saber? Un saber que se instala en esta sociedad como un imperativo que además se une, cada vez más, con "la salud mental"...
Entre los caminantes que habitan la tierra, se encuentran unos: los seres hablantes. Ellos tienen una especie de tatuajes simbólicos que están tan incrustados en el discurso y se pueden escuchar desde la orilla cosas como: "encuentra tu camino", "debes saber quién eres", "ten una meta en tu vida" o "deberías saber qué estás haciendo". ¿Por qué la exigencia y la necesidad de saber su objetivo, sus metas y su cause? Además de que esta exigencia está sometida bajo los parámetros sociales (valores culturales) sino, esa conducta es tachada o catalogada como inmoral.
¿Cómo se puede saber de algo que no podemos prever, de cómo esa acción acontecerá? – Asimismo, hay elementos que dan ese paso hacia la sorpresa – Me pregunto: ¿qué dimensiones sostienen a la sorpresa?. Entonces, ¿será que el río y su "causalidad" lo significamos nosotros? Al imprimirle ese sentido, lo dotamos de efecto... tal vez, lo hacemos para suturar ese hueco. Me pregunto: ¿Cómo se juega esto con el saber? Un saber que se instala en esta sociedad como un imperativo que además se une, cada vez más, con "la salud mental"...
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