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Lectura


¿Qué es leer? Antes de tratar de tejer qué es la lectura me gustaría indicar que ésta ha tenido lugares diversos dentro de la cultura. Por ejemplo, en un momento las lecturas que se hacían de textos eran hechas en lugares públicos y en donde la voz estaba, por decirlo de una manera, libre. Luego, podemos ver que las lecturas empezaron a estar enmarcadas en lugares precisos, dirigidas hacia ciertos grupos o incluso, algunas lecturas eran solo para ciertas personas, en lo privado. Pero, ¿cómo fue que empezamos a leer?, ¿hemos leído desde siempre o se necesito de una escritura para leer?
            Siguiendo a Lacan, nos escribe, en el seminario de la identificación, que:

“el sujeto, a propósito de algo que es marca, que es signo, lee ya antes de que se trate de los signos de la escritura, que se percata de que unos signos pueden llevar, dado el caso, algunos fragmentos diversamente reducidos, recortados de su modulación hablante, y que, invirtiendo su función, pueden ser admitidos para ser a continuación, como tal, su soporte fonético, como se dice”[1]

Es decir que no necesitaba de la escritura para leer, más bien, cuando se incerta la escritura es para dar soporte a lo fonético, desde antes ya leía los signos que acontecían en su medio.
Entonces, ¿leer es lo mismo que interpretar? y ¿qué es lo que se lee en psicoanálisis? Creo que la lectura es una manera de ordenar, como lo expresa Todorov: “la lectura se propone a describir el sistema de un texto particular”[2].  Sin embargo, con esta definición ya dimos un paso muy grande porque supone ya la existencia de un sistema, o sea, para que la lectura opere, es necesario un conjunto de reglas o principios que se relaciones entre sí, a saber, una gramática. – no es justo esto lo que hace Freud cuando nos traza los mecanismos con los que opera el inconsciente que nos da la posibilidad de dar lectura a lo inconsciente.
            Ahora bien, en la cita de Lacan hay dos palabras que nos pueden ayudar: signo y escritura. ¿Qué es el signo? Es lo que representa algo para alguien; “la definición primera que se puede dar de un alguien, es: alguien que es accesible al signo. Es la forma más elemental, si uno puede expresarse así, de la subjetividad”[3]. Nos expresa una relación del objeto con el signo, es una especie de marca, de huella. Freud, en su libro de interpretación de los sueños (libro en donde nos señala cómo leer el sueño) menciona:

“El contenido del sueño se nos aparece como una transferencia de los pensamientos del sueño a otro modo de expresión, cuyos signos y leyes de articulación debemos aprender a discernir por vía de comparación entre el original y su traducción (…). El contenido del sueño nos es dado, por decirlo así, en una pictografía, cada uno de cuyos signos ha de transferirse al lenguaje de los pensamientos del sueño”[4]

Así, podemos constatar con Todorov que, la lectura hace una descripción o puntualización de un sistema, sistema que Freud nos des-escribe. Pero no toma las cosas a nivel del signo, siguiendo la cita: “equivocaríamos manifiestamente el camino si quisiésemos leer esos signos según su valor figural en lugar de hacerlo según su referencia signante”[5]. ¿Qué es lo signante? Es un señalamiento ¿no es acaso esto lo que implica el término deutung? Deutung tiene dos acepciones: intentar aclarar o “con el dedo” sobre algo mostrar, indicar[6].
            Entonces, la Traumdeutung tiene que ver con aclarar (erklären), en tanto que discernimos su gramática, es decir, sus modos de expresión y leyes de articulación. “la Deutung freudiana se representa efectivamente en Freud como no disruptiva con el erklären, incluso que la interpretación se plantea como una variante de la explicación”[7] y, leer no es explicar, sino, dar un ordenamiento a aquellos elementos que están en juego. Además, la lectura se entrelaza con la interpretación. Digamos que la lectura es un tiempo antes que la interpretación.
           


En el seminario 20, Lacan escribe:
           
“si hay algo que nos puede introducirnos a la dimensión del escrito como tal es percatarnos de que *no más que el significado, tampoco el significante, tiene que ver con las orejas, sino solamente con la lectura, a saber, de lo que se escucha {ce qu’on entend} de significado.  Pero el significado, es justamente no lo que se escucha, lo que se escucha es el significante.  El significado es el efecto del significante. *”[8]

Notemos que a Lacan le interesa la lectura en tanto nos puede introducir a la dimensión de lo escrito. ¿Qué relación tiene la escritura con la lectura?  pues, como hemos visto en este recorrido, lo signante, que también es la acción de firmar, o sea, de poner un sello o un rasgo que marca la diferencia, entonces, es el sujeto en relación con ese significante, lo que leemos en un análisis es el significante, no es el significado. La lectura para el psicoanálisis es la escucha del significante…
           


[1] Lacan, Jacques. Seminario 9 (versión crítica), clase 10-I-62, p. 5.
[2] Todorov, Tzvetan & Ducrot, Oswald. Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Argentina: Siglo XXI Editores, 1974, p. 99.

[3] Lacan, Jacques. Ídem, Clase 6-XII-61, p. 20.
[4] Freud, Sigmund. La interpretación de los sueños: primera parte. Buenos Aires: Amorrortu, 2012, p. 285.
[5] Freud, Sigmund. Ídem, p, 285.
[6] Según la referencia que nos da Digitales Wörterbuch der deutschen Sprache. Pone: I. Zu erklären versuchen y II. (mit dem Finger) auf etw. zeigen, hinweisen.
[7] Assoun, Paul-Laurent.  Introducción a la epistemología freudiana. México: Siglo XXI editores,2014, p.44
[8] Jacques, Lacan. Seminario 20 (versión crítica) clase 9-I-73, p. 17.

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