Ir al contenido principal

2

 Mi cuerpo se encuentra en una superficie, esa superficie está delimitada; es decir, los muros de mi casa es una especie de frontera en donde se marca un afuera y un adentro. Allá afuera es donde suceden las cosas y aquí adentro no hay movimiento – o, al menos eso fue lo que a veces creía, luego, se desmoronó esa idea – pero en estos tiempos, tiempos en los cuales uno tiene que permanecer dentro de casa, a veces pareciese que la acción está afuera.

    Entonces, creía que se jugaba lo activo y lo pasivo, pero no era del todo así. En mi interior, esa pasividad es también activa, sutil y silenciosa y es en ella en donde me sumerjo… sin darme cuenta.

Ese silencio se manifiesta en el aislamiento. Llega un punto, un punto de ruptura en donde algo hace eco en nosotros y nos impone su presencia. En un giro, esas profundidades del alma se instalan en la superficie de nosotros, estando en lo más superfluo, en nuestra piel. Como na especie de escalofrío que nos recorre por los bordes de nuestro cuerpo. Y esa ruptura entra ahora en este escrito: pues, me doy cuenta de que escribir se da por esas interrogantes que me pasan día a día, esas dudas, esos recuerdos y ocurrencias son las que me hacen escribir; escribir es una manera de dar cuenta de , del lugar desde donde leo.

Posibilitando una ruptura del yo, de tomar distancia de la fachada del yo y dejar expandir las palabras que me habitan, cortarlas, coserlas, incluso juntarlas, es decir, posibilitar un juego con ellas, con sus posibles sonoridades y, para que esto se ejecute, necesita de un cuerpo hueco en donde las cuerdas puedan resonar.



Comentarios

Entradas populares de este blog

  Él me mostraba con su mano firme las constelaciones. Dibujaba con su dedo índice las figuras que de la Osa mayor, por ejemplo; me narraba, con su voz áspera y autoritaria sobre la historia que cargaba ese conjunto de estrellas, me hablaba de su significación, de su sentido y hablaba con una fascinación que me envolvía y me dejaba llevar con su melodioso discurso. A veces me daba miedo preguntarle algo, pensaba que él podría pensar de mí algo feo. Poco a poco, la luz lunar iba atenúandose y abrí paso a los dardos solares. En el ojo de agua, en donde estábamos viendo las constelaciones, se asomaba nuestras siluetas. Sus trazos, tanto como los que yo hago, dibujando su cuerpo, nos dan esa sensación de semejanza, sus trazos me dibujan, mis trazos le dan soporte. esto es algo que se juega también en nuestra mirada pero ¿qué es lo trazamos en el otro? ¿trazamos lo que vemos, lo que fantaseamos, o trazamos lo atroz ? Mi mano dibujaba su cuerpo a través de esa cristalina agua, y el comen...
Contando… Este escrito va a comenzar por un acontecimiento que me pasó. Estaba en clases y teníamos que revisar las láminas del códice Borgia. Estas láminas tienen siete carriles, en la primera y en la última contienen “dioses” ( teotzin) u objetos para ofrendas y en medio de éstas están las variables de los días. Algunas variables tienen una huella de un pie, este pie indica si subes o bajas o sigues por el mismo carril (como en el juego de serpientes y escaleras). Estos carriles ya están dados, sin embargo, ¿qué quieren decir? o ¿qué es lo que codifican?, preguntas que nos hacíamos en clase. El temachtiani nos indicó que teníamos que contar. No escuchábamos su indicación. El profesor nos reitera que ya tenemos el camino pero que nos faltaba contar. En ese momento me reí. Me di cuenta de que nosotros tenemos ya, de cierta forma, trazada nuestra vida. Pero, depende de la lectura, de la voz que le damos cómo vamos a contar la historia de nosotros. Pues, ¿qué es contar?, ¿c...
  Despierto. Tratando de recordar lo que acabé de soñar, fragmentos estériles de una historia; fantasías entre lazadas. Poco a poco voy ordenando lo que viví en sueño… de un lado, estaba mi infancia: mis padres, fragmentos que poco a poco se turban y dan un giro cuando estaba con él, aquella persona con la que estuve enamorado y puntos suspensivos. El sueño se suspende por un momento, y comienza a rasgarse su presencia. Él poco a poco se va desuniendo.  Silencio.  Nada. Abismo .  Sí. Mientras su recuerdo se iba desvaneciendo algo en mí se abría, es, un abrir en donde se van desprendiendo las paredes de recuerdos, éstas van cayendo poco a poco ¿qué es lo que cae? De repente, me doy cuenta que mi historia, en mi narrativa estoy solo. Mi sueño hablaba sobre las extrañezas que siento al estar con él, estamos juntos pero siempre distantes… siempre sintiéndome con una brecha hacia con el otro. ¡Cuánto me gustaría poder zurcir esa brecha y por fin estar cerca de él. Br...