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Mostrando entradas de abril, 2020
Recordatorio... Despierto. Tratando de recordar lo que acabé de soñar, fragmentos estériles de una historia; fantasías entre lazadas. Poco a poco voy ordenando lo que viví en sueño... de un lado, estaba mi infancia: mis padres, fragmentos que poco a poco se turban y dan un giro cuando estaba con él, aquella persona con la que estuve enamorado y puntos suspensivos. El sueño se suspende por un momento, y comienza a rasgarse su presencia. Él poco a poco se va desuniendo. Silencio. Nada. Abismo. Sí. Mientras su recuerdo se iba desvaneciendo algo en mí se abría, es, un abrir en donde se van desprendiendo las paredes de recuerdos, éstas van cayendo poco a poco ¿qué es lo que cae? De repente, me doy cuenta que mi historia, en mi narrativa estoy solo. Mi sueño hablaba sobre las extrañezas que siento al estar con él, estamos juntos pero siempre distantes... siempre sintiéndome con una brecha hacia con el otro. ¡Cuánto me gustaría poder zurcir esa brecha y por fin estar cerca de él...
AZUL espejo de agua, reflejo nocturno arriba invisible y abajo salado. Entre tus susurros me envuelves, me guía a entrar ¿qué es lo que me espera? ¿me dormiré en el vaivén del oleaje? o ¿ será el susurro de tu aliento que adormezca?  en este curso  ¿será mar o será cielo donde habite yo?
Fotografía del gato del edificio. I
Todos los sábados él espera recibir una carta tuya. Al despertar hace lo habitual: desayuna, se baña y lee el periódico a las 6 de la mañana, sentado en su balcón, con su taza de café caliente, cada sorbo lo despierta, así como el sol se abre entre las montañas los días de verano. Poco a poco, va pasando el tiempo y su cuerpo va cambiando, algo se va apoderando de él: la angustia lo va consumiendo. Esa extrañeza que siente en su cuerpo le hace decirse: ¿será el café? para la próxima, tengo que acordarme de comprar café descafeinado. Y, deja a un lado su sentir, las sensaciones las trata de tejer con una ocurrencia, y por un momento da resultado. Vuelve a su rutina... ¿Será que se le olvidó que hoy era sábado? No, la angustia aparece justo cuando se acerca su... cuando se acerca la carta. Para eso, faltan siete horas y el tiempo avanza. Acabando sus actividades de la mañana entra a su casa y camina hacia su habitación, se desploma en su cama, abatido, cansado y triste. Acostado en s...
Corre suave el río, deslizándose en los surcos de la tierra; como una especie de hilo que borda: agua y tierra. Caminante, de rumbo fijo y con una dirección. Normalmente mantiene su ritmo pero ¿qué lo causa? ¿en verdad tiene un rumbo y una dirección? Entre los caminantes que habitan la tierra, se encuentran unos: los seres hablantes. Ellos tienen una especie de tatuajes simbólicos que están tan incrustados en el discurso y se pueden escuchar desde la orilla cosas como: "encuentra tu camino", "debes saber quién eres", "ten una meta en tu vida" o "deberías saber qué estás haciendo". ¿Por qué la exigencia y la necesidad de saber su objetivo, sus metas y su cause? Además de que esta exigencia está sometida bajo los parámetros sociales (valores culturales) sino, esa conducta es tachada o catalogada como inmoral. ¿Cómo se puede saber de algo que no podemos prever, de cómo esa acción acontecerá? – Asimismo, hay elementos que dan ese paso hacia la so...
Ardía el arduo día mientras el sol envejecido, moría y todavía, sus últimos rayos ardían. En brasas a la ciudad tenía. ¡pobre hombre que ni abrazar su humor podía! y en su caminar se consumía, apresurado paso mantenía. Cuando llegó a casa: suspiró. instante efímero sosiego instante suscitando al descanso y sensación de cese.
Aislamiento Aislamiento Aislamiento... El eco que me produce esta palabra es "miento".  ¿Qué aísla el aislamiento? acaso... ¿nos mentimos al enunciarla? ¿La función del aislamiento es sustraer un hecho singular? esto me hace pensar en la relación que nosotros tenemos con el lenguaje. Nosotros queremos que las palabras estén aisladas; es decir, queremos sustraer de la palabra su esencia, su alma. De esta manera nos hacemos creer que aprehendemos su significado. Sin embargo, al paso de esta ilusión, se desvanece el concepto que tenemos de ella ¿no es acaso parecido con lo que pasa ahora de tener claro cómo se utilizan las palabras para saber o entender cómo es que se construye una teoría? ¿esto no es aislarla de toda una red? A pesar de que la palabra esté aislada, en el hecho de hablar, de articular, esa acción sigue su trayecto haciendo de la palabra una función que va tomando lugar dentro del discurso, haciéndose de un tejido... Ahora bien, ¿por qué el aislamiento nos ...
Lectura ¿Qué es leer? Antes de tratar de tejer qué es la lectura me gustaría indicar que ésta ha tenido lugares diversos dentro de la cultura. Por ejemplo, en un momento las lecturas que se hacían de textos eran hechas en lugares públicos y en donde la voz estaba, por decirlo de una manera, libre. Luego, podemos ver que las lecturas empezaron a estar enmarcadas en lugares precisos, dirigidas hacia ciertos grupos o incluso, algunas lecturas eran solo para ciertas personas, en lo privado. Pero, ¿cómo fue que empezamos a leer?, ¿hemos leído desde siempre o se necesito de una escritura para leer?             Siguiendo a Lacan, nos escribe, en el seminario de la identificación, que: “el sujeto, a propósito de algo que es marca, que es signo, lee ya antes de que se trate de los signos de la escritura, que se percata de que unos signos pueden llevar, dado el caso, algunos fragmentos diversamente reducidos, recortados de su m...
Tu mirada corrige provoca engendra tu mirada emite angustia mata calma tu mirada es, un enigma.
Y aprendí un verso, verso que llevo dentro de mí.  Y aprendí a leer, a escribir pensando en ti. Tal vez por eso estoy aquí, escribiéndote. Aprendí a escuchar tus ecos tormentosos ¿Por qué no aprendí a decirte no? Aunque supiese decirte no, para mí me es difícil Y me digo a mí: no.  Y, a veces, sí: aparezco. Constantemente es un no para mí, engaño, para estar contigo.
Como la semilla que se enraíza en la tierra es tu mirada que me atraviesa y es raíz de mi sonrisa haciendo de este cuerpo, tierra fértil. Tú, al verme ¿qué sientes? (ingenuo desciframiento) ¿florece, también, esa semilla en ti? (abismo entre los cuerpos) ¿es nuestro este sentir? (...)
Mi cuerpo como lienzo viejo.  Lienzo hecho de vieja piel. La luz del sol perfora en diagonal la habitación alcanzándolo a tocar,  dándole calor. Mientras tanto, alguien pasa un pincel, con movimientos  suaves surcando el lienzo, marcándolo, inscribiendo en él. El primer trazo fue olvidado, de ahí, continuaron otros más. Parecía como si cada trazo fuese borrado,  dando la ilusión de un vacío. De un cuerpo vacío, haciendo de la presencia una ausencia. Mi piel es un lienzo para las palabras que cortan, que me aprehenden y que me enmarcan. Marcan encrucijadas y me sofocan hasta el punto de perderme. ¿Qué hay en ellas? No lo sé, sin embargo, ellas me dan vida y me consumen. Cuéntame los trazos que hay en mí, cuéntame con aquellas letras que envuelven mi cuerpo.
Contando… Este escrito va a comenzar por un acontecimiento que me pasó. Estaba en clases y teníamos que revisar las láminas del códice Borgia. Estas láminas tienen siete carriles, en la primera y en la última contienen “dioses” ( teotzin) u objetos para ofrendas y en medio de éstas están las variables de los días. Algunas variables tienen una huella de un pie, este pie indica si subes o bajas o sigues por el mismo carril (como en el juego de serpientes y escaleras). Estos carriles ya están dados, sin embargo, ¿qué quieren decir? o ¿qué es lo que codifican?, preguntas que nos hacíamos en clase. El temachtiani nos indicó que teníamos que contar. No escuchábamos su indicación. El profesor nos reitera que ya tenemos el camino pero que nos faltaba contar. En ese momento me reí. Me di cuenta de que nosotros tenemos ya, de cierta forma, trazada nuestra vida. Pero, depende de la lectura, de la voz que le damos cómo vamos a contar la historia de nosotros. Pues, ¿qué es contar?, ¿c...
El gato que vive cerca de mi casa de pelaje sucio y desgastado, pues, su vida siempre está en el borde. La vida en la ciudad no es fácil. Hoy, no llegó. Hay veces en que el gato se tarda en regresar a su morada ¿será que pierde? hay veces que se ausenta dos o cinco días; sin embargo, hoy no llegó. Viendo la ventana me pregunté: ¿Cuándo fue la última vez que lo vi? ¡Ah! fue el jueves, después de llegar de trabajar. Estaba cansado por atravesar la ciudad, cuando por fin llegué a mi casa: un pequeño cuarto blanco y luminoso, con montañas de libros y plantas. Hay algo que pasa cuando entro a mi habitación, un desplome interno acontece y, luego, me dirijo a la ventana para ver si encuentro al gato que vive en el borde, se escabulle de un lado a otro, cambia de lugar sin problema alguno – o eso es lo que aparenta –. Pasa de estar dentro de la casa a estar afuera, sin preocupación, lo hace de una manera fluida, elegante. También, vive al borde porque  corre peligros en la calle,...